El reto era transformar un pequeño local comercial que anteriormente era una peluquería en una clínica dental funcional y estéticamente agradable.
La solución fue un diseño que combina materiales naturales, colores cálidos y elementos decorativos estratégicamente ubicados para crear un ambiente acogedor y moderno, alejándose de la típica estética fría y monótona de las clínicas tradicionales.
Distribución:
– Recepción con una pequeña zona de espera.
– Baño para minusválidos.
– Dos boxes de atención al paciente.
Materiales y colores:
– Madera en tonos claros para aportar calidez y naturalidad.
– Vegetación para crear un ambiente fresco y relajante.
– Ratán para incorporar un toque artesanal y hogareño.
– Mármol para un aire elegante y sofisticado.
– Perfilería metálica en negro para un toque moderno y actual.
– Verde pastel como color distintivo de la marca, utilizado en puntos estratégicos para crear armonía y contraste.
– Microcemento de gran formato en color beige para el suelo, proporcionando una superficie resistente y duradera.
– Palillería que forra la pared frontal, ocultando la puerta del baño y creando una decoración atractiva.
– Ampliación de la rampa de acceso y colocación de una puerta de cristal corredera para mejorar la accesibilidad, luminosidad y visibilidad del local.
El resultado fue una clínica dental que rompe con los moldes, ofreciendo un espacio acogedor, funcional y estéticamente diferenciado, donde los pacientes se sienten cómodos y relajados.
Este proyecto demuestra que, incluso en espacios pequeños, es posible crear un diseño único y funcional que responda a las necesidades específicas del cliente y del proyecto.